(1)Athan: se pronuncia como
“Eizan”, con una “Z” muy marcada, con la punta de la lengua entre los dientes.
(2)Achlys: se pronuncia como
“Eiklais”, con la letra “K” medianamente marcada.
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Capítulo 5: Altaír, el Ángel de las Estrellas.
20 de Diciembre,
1994.
Desperté en la misma cama que Conor me
había enseñado en el sueño, le busqué con la mirada y vi que estaba aún
durmiendo en una de las sillas. Me levanté y fui a verle dormir…se veía tan relajado,
como si todo el dolor y tristeza que se ve en su rostro se fuera, para dejarle
en una calma absoluta. Acerqué mi mano a su rostro, y antes de que pudiera
rozar sus labios siquiera, rápidamente tomo mi mano…
- Pandora…- suspiró -…me has
asustado.-
- Lo siento- le dije avergonzada- Es
sólo que…-
- Tranquila pequeña, ¿Tienes frío?- me
preguntó, yo solo asentí. - ¿Te traigo algo para comer?- volví a asentir,
estaba extrañamente nerviosa, tal vez porque sabía lo que venía.
Conor se levantó y súbitamente se
encendió la chimenea, con paso veloz fue a lo que supuse era una despensa. Mientras
él estaba fuera de la habitación yo fui a ver por la ventana: era de noche, el
cielo estaba limpio e impregnado de estrellas, cuyo brillo sólo opacaba una
hermosa luna llena, cuando Conor volvió a la habitación en que yo estaba y un
dulce olor llenó el cuarto, iba a voltear cuando siento algo suave que me
cubre, es delgado, pero abrigador; también siento como Conor me abraza muy
dulcemente y planta un tierno beso en mi mejilla.
- ¿Es hermoso no crees?, ¿Ver el cielo
desde aquí, lejos de nuestros antiguos compañeros, lejos de nuestro antiguo
hogar? Esto jamás lo podríamos ver desde allá arriba- me dijo, susurrándome al
oído -¿Sabes que yo era muy amigo de uno de los ángeles que creaba
constelaciones? Cuando yo fui expulsado, él como una muestra de amistad creó
una constelación para mí, lo malo es que es una constelación que no podré ver
hasta que haya encontrado al ser indicado con quien compartirla, y he estado
esperando ya casi 180 años por ese ser.- Conor desliza su mano por mi rostro y suavemente
hace que le mire a los ojos, apoya su frente contra la mía, y lentamente me
dijo en un susurro:- Y…creo que ya he encontrado a ese esperado ser…-
Recuerdo haber sentido una sensación
similar; la primera y dolorosa noche en la que llegué y donde aprendí de todos
los sentimientos; pero esto era diferente, estaba nerviosa y no podía dejar de
mirar los labios de Conor, que lentamente se acercaban a mí… cierro los ojos
inconscientemente y siento como Conor me da un dulce beso muy cerca de la
comisura de mis labios, beso que también respondo en su rostro. Luego de un
momento una fuerte luz se presenta al centro de la habitación, Conor me abraza
fuertemente, un tanto asustado por aquella luz; lentamente aquel resplandor
adquiere forma, siento que Conor disminuye la presión del abrazo, le miro y él sonríe
como reconociendo a aquel resplandor, parece un ángel con esa sonrisa en sus
labios.
Cuando terminó de adquirir forma aquel
ser, reconozco una sabia y tierna voz:
-Athan (1), mi gran y antiguo
amigo, cuantos años sin vernos… veo que has podido surgir lejos de nosotros,
felicitaciones.
- Altaír…amigo, no sabes cuánto me
alegra volver a verte.- dijo Conor lleno de alegría - No sabes cuantas veces
necesité tu compañía y presencia cerca para seguir, pero el mero recuerdo de
que hay algo por lo que pelear y seguir me hacía volver a la batalla. Sabes mi
condición y mi castigo eterno, y te agradezco inmensamente por tu visita. Me
pregunto, ¿Cómo fue que pudiste venir?-
- Me hubiese gustado que tú fueras el
primero en saber, pero por razones obvias no pudiste y ni yo pude venir antes.
Athan, luego de una etapa de transición ahora soy uno de los que nos cuidaban
de pequeños.- luego de decir esto me mira y parece reconocerme, y yo, al saber
quién es le sonrío; él estira su mano en señal de que vaya con él, y voy a su
lado. –Pequeña… ¿Cómo fue que llegaste aquí…yo creía que seguías allá arriba?-
toma mi mano, me abraza y me cubre con sus alas.
- Arcángel Altaír… mi castigo aquí es
sólo porque yo así lo he querido, no te niego que he sufrido pero es mucho
menos que el sufrimiento que sentía en el cielo. Quiero saber qué es de mi
cuidador…Angus…le extraño tanto. Creí que nunca volvería a verte sabio Altaír.-
le dije con una mezcla de alegría y angustia en mi voz…cosa que él notó y me
abrazó para que llorara, porque él sabía que lo necesitaba.
- Angus está bien, ya le
he asignado a alguien más, y me esmeré en que fuera muy parecida a ti…pero
nadie cubre tu ausencia allá en el cielo. Llora si lo necesitas mi pequeña
Achlys (2)…- cuando dijo mi nombre rompí a llorar, cayendo de
rodillas junto con Altaír…no creí que alguien siquiera se acordara de mi
nombre, al escucharlo de nuevo sentí una tristeza tremenda -…llora pequeña,
hace tiempo que no descargas toda esa tristeza, estoy aquí contigo Achlys, no
te dejaré, sabes que siempre estoy cuidándote. No sé cuánto tiempo has estado
aquí, pero siempre le pido a Estela que vaya a cantarle a tus compañeros…un par
de veces habrás escuchado la canción que sólo yo te cantaba ¿cierto?- a lo que
yo asentí.- Entonces mis cantos han llegado a ti mi pequeña.-
Yo no paraba de llorar y de pronto
escucho que junto con uno de mis gemidos, se escucha un trueno afuera y al
mirar en dirección a la ventana, una ráfaga de viento corrió la cortina y pude
ver que estaba lloviendo. Me asusté al recordar que en vez de lágrimas, gotas
de sangre caían de mis ojos, pero al tocar una de mis mejillas empapadas de
llanto, vi que en mi mano no había nada de carmesí…sólo lágrimas limpias y
claras como las gotas de lluvia que caían al yo llorar. Nunca pensé que
volvería a ver llover con mi llanto… Altaír siempre ha estado conmigo, el
Arcángel al que me designaron.
- Mírame Achlys…- me dijo mi protector
con su voz paternal, que siempre me tranquilizaba, y le obedecí – Quiero que
estés con Athan, él no te abandonará…él será tu protector en este mundo,
quédate con él…ahora te contará su historia para que sepas qué lo llevó a vivir
en este lugar, y te enseñará algo de lo que te darás cuenta mañana, ¿No es así
“Señor Conor”?- le dijo con un tono un tanto irónico. A esto Conor se rió y
respondió “Por supuesto Altaír”.
Recuerdo que Altaír me ayudó a
levantarme, me abrazó y depositó un beso en mi frente, haciéndome escuchar en
mi interior la canción que él me cantaba cuando estaba asustada y triste. Me
llevó con Conor y se despidió de él tocándole el hombro…Conor hace una
reverencia ante Altaír y le dice:
- Sé que nos volveremos a ver querido
amigo.-
- Cierto es, Athan.-
- Hasta pronto…y te juro que cuidaré
de tu pequeña.-
- Sé que lo harás amigo…no le
confiaría su vida a nadie más que tu.-
Cuando Altaír se acercó a la ventana,
Conor me abrazó, se apagó mi llanto y sequé mis lágrimas con lo que la lluvia
cesó, y vi cómo mi protector se convertía en una hermosa ave de luz y se fue
volando hacia el cielo…cuando le perdí de vista, su cuerpo se convirtió en una
de las más brillantes estrellas que jamás hubiese visto.
Nos quedamos unos momentos mirando el
estrellado cielo, cuando volvimos a escuchar la voz de Altaír diciendo: “Querido amigo…has encontrado al elegido” y aparece una brillante luz en mi pecho. Conor
sonríe agradecido, toma mi mano y me invita a mirar el cielo con él, y
lentamente algunas estrellas comienzan a moverse, formando una
constelación…luego fue como si todas las demás estrellas se apagaran y las que
quedaron se fueron uniendo por haces de luz…cuando se terminó de dibujar la
imagen en el cielo, se distinguió nítidamente que era un lobo aullando a la
luna llena, igual al colgante de Conor, él sonreía y luego cayó pero su mejilla
una clara y transparente lágrima al ver el regalo de su gran amigo…y muy
suavemente, casi en un susurro dijo: “Te lo agradezco Altaír…Dios te bendiga”.
Las estrellas lentamente fueron reapareciendo hasta brillar con todas sus
fuerzas, pero aun así, aquel lobo seguía
aullando a la luna.
En ese momento miro a Conor, seco la
lágrima de su rostro y él me lleva a una de las sillas cerca de la chimenea. Me
da un chocolate caliente y unos panecillos dulces, él se sienta en su silla y
dice:
- Será mejor que comas un poco y que
duermas esta noche…mañana te explicaré todo Achlys…- dijo con una sonrisa
traviesa al mencionar mi nombre – Puedes dormir aquí si quieres…yo iré a la
habitación de invitados, está dos puertas más allá, por si me necesitases.- se
levantó, me dio un beso en la frente y se encaminó a la puerta – Buenas noches
pequeña.- dijo saliendo de la habitación.
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